El imperio que nunca abandonó la fase beta y que utilizó como una declaración de intenciones sin ocultar sus propósitos desde el primer momento. Nacido en un garaje o en una habitación de estudiante de postgrado, se convirtió de la noche a la mañana en el sinónimo perfecto de Internet y el nuevo cambio de siglo; espíritu joven, ideas simples, trabajo eficaz y un idealismo por encima de todo.
Pero este nacimiento ya cumplió su década de existencia y ahora se enfrenta a los problemas derivados de la vejez. Y es que en estos últimos tiempos muchas son las críticas que se levantan en contra del gran imperio creado por Google, el que en otros tiempos fue un simple buscador que llegó a rey gracias al boca a boca de unos usuarios especializados que se lo recomendaban hasta a su abuela, por su sensillez y por su eficacia. Muy lejos de aquellos tiempos en los que la googlemanía era algo más que una moda, quizás una forma de entender la vida, por lo menos en internet; códigos abiertos, servicios gratuitos, herramientas eficaces, y sobre todo mucha imaginación y coherencia.
Y despues de la retaíla de admiradores, alguien aseguró que el día en que Google estornude, Internet se resfriará. Parece que ese día acaba de llegar.
Google Fail, que no cunda el pánico;
Hay algunos antecedentes en toda esta historia; en mayo de 2005, el buscador se queda inaccesible durante aproximadamente 15 minutos por un error interno nunca aclarado abiertamente. Además el pasado febrero de 2008 YouTube queda colapsado durante varias horas a causa de que el gobierno de Pakistán prohibe el acceso al popular sitio y desvia todo el tráfico provocando un efecto de caída en cadena de consecuencias mundiales.
En fechas más recientes estos son los acontecimientos;
- El 31 de enero de 2009 a primera hora de la tarde horario europeo y durante unos cuarenta minutos, Google mostraba el mensaje "Este Sitio puede dañar su Equipo" en sus resultados de búsqueda, clasificando todas las webs del index como malware. Por si fuera poco el día anterior su servicio de noticias tambien dió evidencias de un mal funcionamiento. Google ofreció una excusa oficial poco convincente para la gran mayoría de internautas, que veían como un fallo con tantas repercusiones de diversa índole podía llegar a colapsar el funcionamiento básico de la red de redes, redirigiendo a su vez el tráfico del gran buscador a otros servicios que en su gran mayoría no están prevenidos para soportar la avalancha de solicitudes. Según la empresa, se trató de un fallo humano, el que para muchos usuarios la empresa de Mountain View no se puede permitir debido a la dependencia que internet tiene de los servicios que ofrece. Y es que Google ha pasado de ser el modelo de empresa a seguir a convertirse en el nuevo monopolio de la informática, esta vez un monopolio online.
- El 24 de febrero, menos de un mes despues, el servicio que falla es Gmail, el popular Gestor de Correo electrónico usado por más de 113 millones de usuarios en el mundo y con un ritmo de crecimiento muy elevado que lo lleva a convertirse en el principal servicio de gestión de correo electrónico gratuito del mundo, todavía en fase beta desde su nacimiento. Esta vez por espacio de más de dos horas, y coincidiendo con el inicio de la jornada laboral en Europa, lo que supone que muchas empresas y usuarios particulares vean impotentes como el acceso a su correo está deshabilitado. Además del popular servicio de GMail tambien quedaron inutilizados otros servicios que se ofrecen bajo el nombre de Google Apps, entre los que se encuentran las hojas de cálculo, un calendario o un editor de documentos.
- El 26 de febrero Google anuncia una nueva caída de sus datacenters, y esta vez afecta a Adsense, el conocido servicio publicitario del buscador.
- El 14 de mayo se produce un nuevo colapso en varios de los más importantes servicios que ofrece Google, alimentando una vez más el miedo de los internautas a depender cada vez más del monopolio Google. Esta vez la empresa se excusa con problemas en sus servidores y tráfico redirigido. Pero la desconfianza solo aumenta...
Y es que Google tambien falla. Y en los últimos tiempos falla más que la escopeta del malo. Fallos demasiado importantes para tratarlos de forma superflua. La fragilidad del gigante de las búsquedas queda al descubierto para los millones de usuarios incondicionales que tiene en todo el mundo.
Tras estos fallos muchas son las voces críticas que se han levantado en contra, avisando de que la dependencia creada por el Cloud Computing es altamente perjudicial, ya no por problemas de privacidad de datos, sino por los fallos a gran escala que se producen y sus consecuencias. Además, la desconfianza originada en los usuarios que poco pueden hacer para evitar su propio desastre particular cuando se quedan sin unos servicios básicos. Y ante esta situación, muchos otros servicios están quitando partido de estos inconvenientes, como por ejemplo la conocida red social FaceBook, o el servicio de microblogging Twitter, que han visto como incrementa su actividad y popularidad gracias a los errores cometidos por Google.
A Rey Muerto...
Parece que el destino de Google está escrito desde el momento que cedieron los ideales que ostentaban de Lo que importan son los resultados a la censura de los gobiernos, marcadamente el de China, sin duda el país con el negocio más rentable en todo Internet. Esta actitud de poner los ideales al servicio del mercado ha originado que los usuarios del buscador nunca se lo hayan perdonado. Este fue el primer paso de la desmitificación del gigante de las búsquedas; el principio del fin para muchos. Despues vinieron otros finales más o menos felices, como el de todos los servicios poco rentables que fueron una promesa hasta el día que se demostró que no resultaban rentables. Y tambien muchas críticas por servicios de dudosa reputación como el Google News, muy criticado por los profesionales del periodismo que le achacan robar y aprovecharse del trabajo de otros para despues distribuirlo en su propio beneficio, o el Google Books, así mismo criticado por asociaciones de editores y afines por el acopio en materia de derechos de autor. Muchos son los servicios que ofrece Google, y pocos están faltos de polémica.
Los más de 21.000 millones de dólares que Google facturó en el año 2008 parece que no son suficientes para combatir una crisis económica mundial que tambien afecta al mundo online, y Google decide rentabilizar todos sus servicios a través del sistema publicitario online, el cual casi le pertenece por completo. Un cambio de dirección muy notoria desde el nacimiento de la empresa hace diez años, y que tuvo su inicio en la sonada compra de Youtube que el buscador hizo en su momento, en una demostración de omnipresencia ante unos rivales que sumados todos juntos ni siquiera alcanzan el 10% de cuota de mercado. Y volvió a repetir hazaña con el lanzamiento del esperado navegador Chrome, que a día de hoy solo demuestra aún más las ansias de la empresa de copar un mercado ya saturado de una amplia gama de navegadores no compatibles y en la dispersión de los estandares de accesibilidad web.
Y es que los tentáculos de Google llegan a todos los bytes de la red. Y quien mucho abarca..., comentan algunos pensando en esa ley de Murphy que dice que a mayor velocidad de crecimiento más posibilidades de error, mayor devaluación de la calidad del servicio y más ruido en la caida. Google fue perdiendo la esencia que lo catapultó a la cima a medida que abría nuevos proyectos. Pasó de Pagerank 10 a ser el buscador con más resultados irrelevantes y trucos para engañar al algoritmo que genera las búsquedas.
Muy lejos de aquel espíritu juvenil y desinteresado, ahora parece que el gran imperio de Google se desmorona ahogado en su propia fama, muy lejos del mito que ya fue. Y es que parece que Google ha perdido la cuenta de hasta donde se podía llegar. Muchos son los que ya están buscando un nuevo sucesor al trono para la próxima década, el lugar que durante la presente ocupó la empresa de Larry y Sergey, al igual que ocurrió en la década pasada con Microsoft. Y es que parece que en informática los reinados son cortos y las abdicaciones inesperadas.
Y solo cabe preguntarnos; ¿Existe una alternativa?... y si existe... ¿Cúal es?...
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